La espectacular cascada de Gujuli constituye uno de los rincones con mayor interés ecológico de la provincia.
El mirador instalado al borde del precipicio permite disfrutar de una impresionante panorámica del salto de agua cobijado por el hayedo de Altube, una de las extensiones de bosque primitivo más importantes de la vertiente cantábrica del País Vasco.
La aldea de Gujuli se encuentra situada en el borde septentrional de la altiplanicie de Izarra, en lo más profundo del valle de Altube. El arroyo Oiardo serpentea entre colinas y, tras cruzar el pueblo, se precipita al vacío formando una cascada de casi cien metros de caída libre. Pasados los días de lluvias copiosas, comunes en esta zona de los montes vascos, el caudal del arroyo aumenta hasta convertir la cascada en un portentoso río que ruge al precipitarse al vacío.